Carta para padres a cuyo hijo/a acaban de diagnosticar con TDAH
Apreciado padre / apreciada madre:
Quiero empezar reconociendo lo difícil que puede ser para ti educar a un niño o niña con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). No es nada fácil ver a tu hijo enfrentarse a dificultades para concentrarse, manejar sus impulsos o controlar sus emociones. Sin embargo, quiero que sepas que no estás solo/a en este camino y que con algunas estrategias, puedes ayudarle a desarrollar sus capacidades y a gestionar mejor sus emociones.
Entendiendo el TDAH de tu hijo/a
Primero, es importante recordar que el TDAH no es una cuestión de mala conducta o falta de voluntad. Es un trastorno que afecta la manera en que el cerebro de tu hijo procesa la información y responde a las situaciones cotidianas. Cuando actúa de forma impulsiva o parece que no escucha, no lo hace para desafiarte, sino porque realmente le cuesta controlar lo que está pasando a su alrededor.
Lo más importante es que entiendas que el comportamiento de tu hijo no está motivado por mala intención. Saber esto te ayudará a abordarlo con más paciencia y a encontrar soluciones efectivas en vez de caer en la frustración.
Empatía: Conectar emocionalmente con tu hijo/a
Los niños con TDAH suelen sentirse muy frustrados cuando no pueden cumplir con lo que se les pide o cuando no se comportan como los demás esperan. Aquí es donde la empatía juega un papel clave. Es fundamental que te pongas en su lugar y entiendas que lo que para otros niños puede ser fácil, para tu hijo/a es un desafío mucho mayor. Escuchar lo que siente, darle espacio para que exprese sus emociones y mostrarle que lo comprendes es esencial para construir una relación fuerte y segura.
Establecer límites claros y consistentes
Algo que puede marcar una gran diferencia es establecer límites que sean claros y consistentes. Los niños con TDAH necesitan saber con exactitud qué se espera de ellos y cómo deben actuar en cada momento. Crear una rutina estructurada les dará la seguridad que necesitan para manejar su día a día. Usar recursos visuales, como tablas de tareas o calendarios, les ayudará a tener una idea clara de sus responsabilidades y reducirá la incertidumbre que tantas veces les genera ansiedad.
Además, es fundamental que mantengas la coherencia. Si aplicas las reglas de la misma manera todos los días, tu hijo/a sabrá lo que puede esperar y eso le dará una sensación de control y estabilidad.
Anticipar momentos complicados
Es muy común que ciertas situaciones, como hacer los deberes, irse a la cama o cumplir con ciertas responsabilidades, generen conflictos. La clave está en anticipar esos momentos difíciles. Dividir las tareas en pasos pequeños o permitir descansos regulares puede ayudar a tu hijo/a a concentrarse mejor y a evitar el desborde emocional.
Apoyarlo en el colegio y en casa
El entorno escolar puede ser un desafío para los niños con TDAH, ya que requiere concentración sostenida y seguir normas. Hablar con los profesores para adaptar el aprendizaje a las necesidades de tu hijo/a es muy importante. Algunas estrategias que pueden ser útiles incluyen:
- Instrucciones claras y sencillas: Dar una instrucción a la vez puede evitar que se sienta abrumado/a.
- Pausas frecuentes: Necesitan pequeñas pausas para liberar energía y concentrarse mejor en la tarea.
- Ayudas visuales: Gráficos o calendarios pueden ayudarles a organizarse mejor.
- Técnicas de relajación: Enseñarle a practicar la respiración profunda o ejercicios de relajación le ayudará a manejar mejor su impulsividad y estrés.
En casa, puedes reforzar estas estrategias creando un ambiente de estudio tranquilo y organizado. Apóyalo/a con temporizadores o alarmas que marquen el tiempo y ayuden a estructurar su jornada.
Ayudarle a gestionar sus emociones
Para tu hijo/a, controlar sus emociones es una tarea difícil. A menudo se frustra o enfada cuando no puede cumplir con lo que se le pide. Ayudarle a identificar y expresar sus emociones es clave. Valida sus sentimientos, no los juzgues, pero enséñale formas de calmarlos. Esto le permitirá mejorar poco a poco su autocontrol y manejar mejor sus reacciones.
Después de un momento difícil, en lugar de centrarte en el castigo, habla con él o ella. Explícale lo que ha pasado y busca juntos formas de mejorar en el futuro. Esta conversación le ayudará a reflexionar sobre lo ocurrido sin sentirse mal por ello.
Negociar y evitar el castigo
Es importante que sepas que los castigos y las amenazas no suelen funcionar con los niños con TDAH. En lugar de eso, es mejor buscar soluciones juntos y negociar. Darle opciones y dejar que participe en la toma de decisiones le hará sentir que tiene cierto control y que su opinión cuenta.
Recuerda también premiar sus esfuerzos, aunque sean pequeños. Esto no solo refuerza el buen comportamiento, sino que también le da confianza en sí mismo/a y lo motiva a seguir mejorando.
Actividades que le ayudarán a relajarse
Incorporar actividades que ayuden a tu hijo/a a relajarse puede ser de gran ayuda. El yoga, la meditación o la respiración profunda son herramientas muy útiles para reducir la ansiedad y el estrés. Estas prácticas no solo le ayudarán a mantenerse más calmado/a, sino que también mejorarán su capacidad de concentración y le darán un mayor equilibrio emocional.
Estamos en contacto!
Sé que educar a un hijo/a con TDAH puede ser duro, pero con empatía, paciencia y estrategias adecuadas, puedes ayudarle a superar las dificultades. Establecer límites claros, ser constante y ofrecerle un entorno seguro y estructurado hará que poco a poco mejore su conducta y su capacidad de manejar las emociones.
Lo más importante es que tu hijo/a sienta que lo comprendes, lo apoyas y lo amas tal como es. Juntos, podrán construir una relación fuerte y amorosa, basada en el respeto mutuo.
Un abrazo,
Alex Letosa – Psicólogo especializado en crianza y educación